El pasado sábado día 22 tenía el gran reto de esta temporada, realizar mi primera “Ultra”, la prueba elegida fue los 100 km Madrid-Segovia. Esta locura comenzo haya por el mes de mayo durante la celebración de la Comunión de Lorena, es lo que tiene juntarse con “locos”, al final me calenté y decidí inscribirme para esta prueba. Una vez tomada la decisión inicié un entrenamiento bastante duro, con mucha montaña y un mínimo de 100 km semanales. Lo más duro de este entranamiento fue la época del año en que toco realizarlo, en pleno verano con las temperaturas que tenemos en Murcia.
En esta bendita locura estaba muy bien acompañado por un nutrido grupo de correbirras, que hicieron más llevadero los entrenos juntándonos de vez en cuando para salir por la zona del Valle, Cresta del Gallo, Carrascoy, Los puros etc (Ginés,Dani,Juanpe,Ricardo,Fernando Morales, Fernando Patas Largas, Manuel Rico y alguno más que seguro me dejo . ..). En este aspecto quiero destacar la gran ayuda que supuso contar con Salva Rincón que además de estar siempre dispuesto para compartir entrenamiento me dío grandes consejos sobre los suplementos que debía tomar para evitar calambres y sobrecargas musculares. Tampoco puedo dejar de mencionar a ese pedazo de Triatleta, Angel que nos acompaño en numeros entrenamientos por la montaña y nos hizo mejorar mucho en las subidas.
Volviendo a la carrera en sí, el viernes por la tarde a eso de las 18:15 h, acompañado de mi mujer, Lore y Salva, salí rumbo a Madrid. Llegamos tarde con el tiempo justo de cenar pasta con carne picada, delicia hecha por mi Ana, que nos aportó unas buenas reservas de hidratos para afrontar la carrera, de postre otra delicia suya bizcocho de chocolate, que lujo como nos cuidaba. No llegamos a tiempo de recoger los dorsales pero Fausto y Edu nos los trajeron evitándonos las molestias de tener que contactar de nuevo con la organización para poder recoger los dorsales más tarde o el mismo día de la prueba.
No dormí mucho pero si tuve la sensación de levantarme descansado, sólo quedaba el ritual de la preparación para este tipo de carreras, hasta entonces desconocido para mí, echarte crema o vaselina por las partes del cuerpo donde previsiblemente puedas tener rozaduras y aprovisionar la Camelbalk. Antes de las 08 h ya estábamos en la Plaza Castilla listos para la salida, había tiempo de sobra para estirar y saludar a gran cantidad de amigos y conocidos. Tras una breve charla de la organización sobre como afrontar la carrera se daba la salida con un par de minutos de retraso. El objetivo marcado era simple “ACABARLA” , el tiempo daba lo mismo, siempre se puede repetir e intetar superarlo. Con esta premisa salí en la cola junto con mi compañero de entrenos Salva Rincón.
Durante los primeros kms no sabíamos como íbamos preguntando cada vez que veíamos a alguien con un Gps, la cuestión era ir a ritmo suave y el saber alguna referencia que lo confirmase nos daba tranquilidad. Llegando a Tres Cantos afrontamos las primeras rampas, todas ellas cortas pero algunas de cierta intensidad, decídimos con buen criterio reservar energías y subir andando las cuestas más duras. En Tres Cantos (km 16) el avituallamiento fue un poco congestionado, no paramos mucho y seguimos hacía Colmenar Viejo, aquí más de lo mismo pero ya se empezaba a notar el calor. En Colmenar Viejo (km 23), hicimos una parada más larga, aproveché para cambiar de calcetines y echarme más pasta al agua en los pies. A estas alturas Salva había empezado a notar molestias en los metatarsos del pie, mal asunto porque llevaba arrastrando esta lesión desde finales de agosto.
Aún así continuó la marcha, pero conforme avanzabamos las molestias iban a más, decidiendo con muy buen criterio abandonar en Mazanares del Real (km 42). Siempre es duro tomar la decisión de abandonar pero hizo lo que debía, el año que viene podrá quitarse la espina y si puedo volveré para acompañarlo.
En Manzanares del Real, decidí volver a cambiarme de calcetines y echarme más pasta al agua, hacía mucho calor y toda precaución es poca. Hasta ahora iba muy bien, sólo tenía unas pequeñas molestias en el abductor pero no preocupaba dado los ritmos a los que corría. Al quedarme solo y casi sin darme cuenta empecé a recuperar posiciones, no es que fuese mucho más rápido es que mucha gente empezaba a flaquear y cada vez veía más participantes andando. Mi objetivo era correr siempre que pudiera descartando los tramos de subida dura. Este tramo de carrera fue duro por el calor pero muy bonito, primero Matalpino (km 49), luego la Barranca (km 56), en ambos avituallamientos paré lo justo a reponer líquido y comer algo. Más tarde en Cercedilla (Km 64), realicé de nuevo una parada más larga, comí un poco de paella, mi mujer me echó más pasta al agua en los pies y me cambié los calcetines, aunque tenía pensado cambiar de zapatillas, lo descarté por miedo a que los pies previsiblemente hinchados me diese problemas con el cambio.
Pasadas las 17 h salí de Cercedilla, quedaba la última súbida, sabía por el perfil que lo más duro estaba al principio en la zona asfaltada. No me lo pensé andaba en el momento que notaba que la cuesta se empinaba y trotaba cuando suavizaba. Al llegar al siguiente punto de avituallamiento se entraba en un camino forestal de tierra y la pendiente era mucho más suave, durante todo este tramo hasta el alto de Fuenfría pude trotar salvo un par de minutos. Recuperaba muchas posiciones, sólo veía gente andando lo que me animaba, mentalmente me decía si aún puedo trotar es que voy bien.Casi llegando al alto de Fuenfría alcancé a José Vicente, me dijó que iba bastante mál de piernas. En el avituallamiento de Fuenfría (Km 78’9), cambié por última vez los cacetines pero no me eché más pasta al agua, en su lugar me apliqué un poco de ibuprofeno en gel. Creo recordar que eran las 19:15h, cuando inicié el descenso. El primer tramo era muy malo con mucha piedra, aunque bajaba despació y con precaución, al menos mantenía un ritmo sostenido. Enseguida cogimos una carretera comarcal con buen piso y unas vistas preciosas, aquí pude aumentar un poco más el ritmo y volví a recuperar posiciones, no eran muchas pero me animaban a seguir para adelante.
Eran poco más de las 20h, cuando llegué al útlimo avituallamiento (Km 91), de nuevo agua fría en todo fuenfría no habíamos tenido ese lujo, un voluntario de la organización me echo reflex en las rodillas que me vino muy bien, me puse el frontal y a seguir bajando. El tramo que se avecinaba no tenía tanta inclinación pero sin luz resultaba peligroso, muchos baches que incluso con el frontal no se apreciaban bien. Este tramo para mi fue el más duro, entre las fuerzas que iban ya muy justas y la tensión que provocaba el no ver donde pisaba, se me hizo eterno. A falta de unos tres kms se dislumbraban las primeras farolas a las afueras de Segovía, esto ya era otra cosa, fundido iba pero al menos ya sabía que no me iba ni a perder ni a caer. La entrada a Segovía fue un poco rara, el tráfico fluyendo sin nadie que nos facilitase el paso, tuve que parar en una rotonda para que no me atropellaran y luego esprintar para poder pasar, un desastre que unido a la falta de señalización en el último tramo, son dos fallos organizativos graves.
Una vez en el casco de la ciudad todo fue más sencillo, la gente animaba mucho haciendo que desparecieran los dolores musculares, finalmente llegaba a meta unos minutos antes de las 21:30h, haciendo los últimos metros con mi mujer Ana que en todo momento estuvo apoyándome. El tiempo oficial no lo se,aún no han salido las clasificaciones, aunque puedo adelantar que bajé por muy poco de 13h. Lo peor vendría una hora después, el estomago me jugo una mala pasada, supongo que serían la cantidad de geles, gominolas, ibuprofenos, potasios, magnesios y otras cosas que tomé, el caso es que terminé vomitando. Lo siento más por el susto que le dí a me mujer, no pude cenar ni casi domir de los dolores que tenía por todo el cuerpo.
Para finalizar, me gustaría mencionar el gran papel que hicieron el resto de compañeros del Club Correbirras, acabando la prueba en diferentes horarios mostrando la pasta de la que están hechos. También volver a mencionar a Salva y Gabi, ambos no pudieron estar en la meta por distintos motivos pero de sobra sabemos que pueden con esta con mucho más. Y por supuesto no puedo olvidar a las féminas correbirras que aunque no corrieran no pararon de apoyar y atendernos, mi mujer mostró de nuevo sus dotes de enfermera entregada a los demás.
CLASIFICACION GENERAL CORREDORES
https://sites.google.com/site/corredoresfrutos/Home/CLASIFICACION%20GENERAL-100km-Madrid-Segovia-2012.pdf?attredirects=0&d=1
Y FOTOS PROXIMAMENTE EN LA WEB CORREBIRRAS
eNHORABUENA TIO, HAS VUELTO A LO GRANDE.
ResponderEliminarVAYA HUEV...
Enhorabuena!! a mi esas distancias aun me dan miedo...
ResponderEliminarsi hubiese llegado a las cuatro de la mañana no habrías tenido problemas de tráfico. Reconoce que no fue la cena de tu mujer, sino las carslberg fresquitas. Bienvenido al Club y ya os lo he dicho muchas veces, las ULtras enganchan. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias a todos por los ánimos, tienes razón si que enganchan pero hay que tener cuidado con los excesos, de momento sólo quiero recuperarme bien de esta, ya tendré tiempo de pensar si hago otra el año que viene.
ResponderEliminarJuan muchas felicidades, que grande eres, parecía una quimera, pero esta claro que el que la persigue la consigue, y ahora que ..... ¿te apuntaras conmigo a Ricote?
EliminarCarreron y me gusta mucho como tienes la cabecica amueblaaaaaaa. A recuperarse de esta y mas alante cuando estes en forma, a pensar en otra. Un saludico.
ResponderEliminarLabor omnia vincit. Sabía que lo ibas a conseguir. Juande/Ana, campeones, nos vemos en La Alcayna.
ResponderEliminarEnhorabuena Juande por tu estreno con victoria en un ultrafondo, donde llegar es siempre una victoria, ya sabes ke muchos nos kedamos por el camino y llegamos al final. A recuperarse y pronto nos vemos en Molina. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar