Este pasado fin
de año, ¡cómo no! despedirse del 2015 haciendo una de las cosas que más nos
gustan: correr una San Silvestre. Después de descartar la Murciana, sin
comentarios, estudiamos las distintas opciones alternativas, nos decidimos por
esta del Pilar de La Horadada, muy lejos del negocio.
Pensamos y porqué
no, un sitio distinto a lo típico la Crevillentina o la Murciana, donde priman
otras cosas, lejos de nuestro espíritu del deporte, y de paso correremos allí
por primera vez.
Muy raro últimamente,
pero si llegamos puntuales, a esta bonita pedanía alicantina, el Sol que
ilumina mi vida y yo.
Protocolo
habitual, saludos, dorsal, ver el circuito, calentamiento, un largo etc. como
todos sabemos dependiendo de cada uno/a.
Bien situados, después
de unos minutos de charamita, muy animosa, comienza la prueba lúdico deportiva,
no recuerdo cuando fue la última vez que me vi en una de estas, carrera
considerada corta, para los profanos, media distancia para los profesionales.
La cabeza sale
muy rápida para mí, por distintos motivos no llego en la mejores condiciones,
pese a todo el primer km 3,21, muy engañoso, ya que pica ligeramente hacia
abajo y con un poco de aire a favor, los primeros, calculo que lo hacen sobre
3,05, con Raúl Guevara a la cabeza.
Al llegar al final
del circuito de la rambla, hacemos un doble giro, que nos cambia en dirección contraria,
ahora cuesta más mantener la velocidad, se nota mucho más la condición física,
aprovecho para hacer el primer balance de la prueba, Raúl ya está unos
metros destacado, pocos pero ya se empieza a ir.
Yo voy situado
más o menos entre la posición 20 a la 25, las sensaciones no son nada buenas,
mientras al poco veo en la otra parte de la rambla a Juana, se la ve muy bien,
como siempre, pese a hoy correr mermada físicamente.
Los siguientes
pasos por kilómetro, confirma mis sensaciones no voy nada fino, paso km2, 3,40,
km 3 3,49, después del siguiente cambio de dirección, puedo ir un rato algo más
rápido, km 4, 3,40, para volver a la cruda realidad otra vez, en busca de la
meta, paso km 5, 3,58, donde voy con otros dos corredores, de los cuales uno va
tirando de otro.
Es en este momento
donde consigo el logro del día, para evitar agravar más el problema de mi
maltrecha pierna izquierda, rompo el ritmo lento que llevamos en ese momento, y
de paso meterme un sprint absurdo e innecesario, cosa muy difícil sabiendo cómo
soy.
Pronto me voy
unos metros por delante, recortando mucho los metros con los dos corredores
siguientes, por increíble y tonto, que pueda parecer es justo en ese momento,
al llegar al final de la rambla, para encarar los últimos metros de la carrera,
cuando mido la distancia 250 ms, no para apretar sino para aflojar, de más a
menos voy dejando pasar lo metros, primero no pasando a los que ya tenía a
tiro, y segundo dejando pasar a los dos mencionados, entrando tranquilamente en
meta en la posición 20 de la general, 11 en mi categoría Veterano A (de 35 a 44
años) con un tiempo discreto de 20:39, para una distancia a aproximada de 5,58
Km.
Sin más dilación
dejo el chip, y voy como puedo en busca de la mujer de mi vida, cuando la
localizo está en los últimos 300 mts, lleva una corredora delante a unos pocos
metros, y está a su vez tiene una liebre de lujo, ni más ni menos que el
ganador de la prueba Raúl.
No le pregunto cómo
va, simplemente me pongo unos metros por delante, en el giro a meta, hace lo
mismo que yo unos minutos antes, mide su distancia para atacar a su presa,
lanza un sprint a bloque hasta el final, me pongo a su altura y me despido de
ella justo antes de las vallas, simplemente espectacular, 6 segundos de ventaja
al final, primera de su categoría.
De momento no
puedo sacar grandes conclusiones de la carrera, al no estar bien físicamente,
cuando me recupere ya buscaré otra similar en el calendario, y de esta manera
poder evaluar mejor.
Feliz año a
todos/as, como siempre felicidades a la organización por este regalo de
carrera, hay que correr en el Pilar.
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